Este eje regula los procesos digestivos, hormonales, enzimáticos, inmunitarios y celulares.
Mantener el equilibrio en este ámbito implica un buen estado intestinal, una adecuada digestión y nutrición celular, el control del sobrepeso, de los parametros biológicos, así como un óptimo funcionamiento hepático y renal. Además, es clave para el equilibrio del sistema común de las mucosas, la estabilización del sistema inmunológico y una correcta función endocrina.
El equilibrio de este eje es fundamental para la armonía corporal, ya que de él dependen aspectos esenciales como la inflamación, la energía y la nutrición, pilares tanto de la estructura física como mental.
Productos del eje metabólico